Si bien la Filosofía Política, es una ciencia especulativa, se utiliza muchas veces para justificar las acciones políticas. Así el absolutismo monárquico, como forma de gobierno se sustentó en la Filosofía Política de Hobbes, que decía que el hombre era malo por naturaleza y por lo tanto necesitaba de un gobierno fuerte que limitara su accionar y le impidiera las malas conductas naturales en el ser humano. En cambio la democracia, encontró su fundamento en el contrato social de Rousseau, y su Filosofía Política..
La filosofía política es una rama de la filosofía que estudia
cuestiones fundamentales acerca del gobierno, la política, la libertad, la
justicia, la propiedad, los derechos y la aplicación de un código legal por la
autoridad; Qué son, por qué o incluso si son necesarios, qué hace a un gobierno
legítimo, qué derechos y libertades debe proteger y por qué, qué forma debe
adoptar y por qué, qué obligaciones tienen los ciudadanos para con un gobierno
legítimo (si acaso alguna), y cuándo pueden derrocarlo legítimamente (si alguna
vez). En un sentido vernacular, el término "filosofía política" a
menudo se refiere a una perspectiva general, o a una ética, creencia o actitud
específica, sobre la política que no necesariamente debe pertenecer a la disciplina
técnica de la filosofía.
Los fundamentos de la filosofía política han variado a
través de la historia. Para los griegos la ciudad era el centro y fin de toda
actividad política. En el Medioevo toda actividad política se centraba en las
relaciones que debe mantener el ser humano con el orden dado por Dios. A partir
del Renacimiento la política adopta un enfoque básicamente antropocéntrico. En
el mundo moderno y contemporáneo surgen y conviven muchos modelos, que van
desde los totalitarismos hasta los sistemas democráticos participativos (entre
los cuales existen muchas variantes).
Se ocupa de temas y problemas relacionados con el estudio y
el análisis de los fenómenos políticos, desde una perspectiva
normativo-prescriptiva; algunos de esos temas son: el origen y las formas de la
organización del poder político, el estudio de las instituciones sociales y la
consideración de las normas, principios y valores que las justifican. La
filosofía política también tiene como tarea la construcción, clasificación y
esclarecimiento de los conceptos que componen el universo político; esta tarea
la lleva a cabo tanto mediante la construcción de modelos que faciliten la
comprensión del mundo político, como a través del estudio de los principales
problemas políticos y de las diversas soluciones que se han propuesto a lo
largo de la historia del pensamiento político occidental. Entre los problemas
más importantes que se han abordado históricamente desde diferentes
perspectivas teóricas, podemos mencionar: la naturaleza de la política, el
estudio de las diversas formas de gobierno y sus condiciones de legitimidad,
las teorías de la justicia, la teoría del contrato social, y diversos problemas
relacionados con la igualdad, la libertad, la justicia y la democracia.
La rama de la Filosofía denominada Filosofía Política, es
aquella que estudia racional y reflexivamente temas políticos, como el poder,
el Estado, el gobierno, el bien común, la autoridad, los derechos, la justicia,
las formas de gobierno y las leyes, en cuanto a su origen, esencia, límites,
legitimidad, naturaleza, necesidad y alcances. Está muy vinculada a la ética
política, relación que hizo Confucio en China (551 a. C- 479 a. C) o
Aristóteles en Grecia, con su ética del perfeccionismo.
En Confucio el buen gobierno debe estar basado en la
caridad, el respeto a las jerarquías y en la justicia. El Príncipe debe ser
para el pueblo el ejemplo de la vida virtuosa, digna de imitar. Al igual que
Aristóteles centró la virtud en el justo medio. El fin del buen gobierno es
obtener armonía y paz universal.
politica de Aristoteles
politica de Aristoteles
Para Aristóteles, la
naturaleza política del hombre ( zoon politikón) y la noción de la
pólis (ciudad) están
íntimamente entrelazadas, ya que es justamente en la pólis, en tanto comunidad auto-suficiente, donde se hace posible la realización de todos los fines
humanos.Para el estagirita, la pólis es la comunidad política
por excelencia, pues se fundamenta en la naturaleza social del hombre, ya que el
ser humano es un zoon koinonikón y no puede existir sino en
comunidad (koinonía); la vida fuera de una
comunidad con otros hombres solamente es posible si se es un dios o una bestia.
Entonces, lo comunitario es un ámbitode suficiencia para realizar fines
individuales y sociales, o una red de relaciones individuales, en cuyo
interior el individuo realiza actos que no podrían llevarse a cabosin la
participación de los demás hombres.
Sin embargo, la
suficiencia o autarquía pasa de la comunidad humana elemental, es decir, de la
pareja humana, a otras más complejas, hasta llegar a la ciudad. Aristóteles define
distintos niveles de suficiencia en este proceso, para cada fin humano cuya realización requiera necesariamente al otro, hasta llegar a la pólis que es la realización de toda
suficiencia, porque, como ya se anotó, es la comunidad completa la que ofrece
la posibilidad de que sus miembros realicen sus fines.
Política Marxista
En el marxismo, la lucha para controlar las fuerzas de producción es la fuerza dinámica detrás del desarrollo humano. El sistema económico determina otras características de una sociedad, incluyendo su estructura política. Para Carlos Marx, la "estructura económica de la sociedad es la verdadera base en donde se apoya la moral, las superestructuras legales y políticas y con la cual se corresponden formas definidas de consciencia social."
Por esto, para un marxista, sistemas políticos particulares están basados, y surgen, de sistemas económicos particulares. Una economía socialista, por lo tanto, coloca la base para una verdadera democracia (aunque una forma "impura" de democracia sí existe en naciones capitalistas). Verdadera democracia no es el objetivo de la política marxista, y de hecho, los marxistas ven la democracia como poco más que un mal necesario. V.I. Lenin explica: "La democracia es un estado que reconoce la subordinación de la minoría por la mayoría, es decir, una organización para el uso sistemático de la fuerza por una clase contra la otra, por una sección de la población contra la otra, Esta definición de la democracia es consecuente con el énfasis marxista sobre la lucha de clases.
Política Marxista: Cuando se trata de política marxista, los marxistas ven el mundo como una lucha entre la burguesía (dueños de la propiedad privada y de los medios de producción) y el proletariado (trabajadores), con la economía como la base en la que el resto de la sociedad es construida. Los marxistas creen que el Estado es una arena en la que los ricos y los pobres luchan. Por esto, los marxistas ven como indeseable a un Estado o república democrática, especialmente en un sistema económico capitalista. Según Engels: "El Estado moderno, sin importar su forma, es esencialmente una máquina capitalista. Esta "máquina" es un Estado inaceptable, ya que se enfoca tan claramente en explotar a sus ciudadanos.
En una sociedad socialista, el modo de producción no explota a sus ciudadanos hasta el punto que lo hace el capitalismo, y por esto, favorece un sistema político menos explotador. Los gobiernos socialistas tienden a desalentar el antagonismo de clases ya que ellos están basados en sistemas económicos que están cerca de abolir las diferencias de clases. Esta naturaleza menos explotadora de gobierno hace a la democracia más genuina, y al socialismo más atractivo que el capitalismo. Sin embargo, el socialismo todavía carece de varios factores del Estado ideal del comunismo.
Política Marxista – El Nuevo Orden Mundial
La política marxista termina con el establecimiento del comunismo mundial como un nuevo orden mundial y la disolución del Estado – éstos son pasos evolutivos inevitables. En el mismo sentido en que los humanos, las sociedades, las economías, y la política evolucionan, así también el nuevo orden mundial es un avance evolutivo sobre pasadas naciones, estados, tribus, y otras distinciones de raza o de clases.
Georgi Shakhnazarov, un alto funcionario del ex-presidente soviético Mikhail Gorbachev, escribe: "Nuestra época es la época de la transformación revolucionaria de la sociedad capitalista a la comunista" Al trazar los comienzos de la revolución, dice: "la construcción de un nuevo orden mundial. . . comenzó en octubre de 1917 por la Rusia revolucionaria, al proclamar los principios socialistas." El establecimiento del comunismo mundial, el objetivo final del marxismo, pone los medios de producción en las manos del pueblo, suprime clases, suprime el Estado, y conduce a una sociedad mundial de cooperación y consenso.
Política Marxista – Conclusión
En la visión marxista de la política, todas las formas de gobierno son reflejos horribles del hecho de que el antagonismo de clases existe. Los marxistas abogan una forma de democracia que llaman la "dictadura del proletariado" como el primer paso hacia el socialismo. Cuando la sociedad socialista evoluciona en el comunismo, las distinciones de clases ya no existirán, lo que eliminará la necesidad de un Estado en cualquier forma.
Sin embargo, hasta que el comunismo mundial sea una realidad, el conflicto entre sociedades socialistas (cuyos Estados están en proceso de desaparición) y las sociedades capitalistas, será una realidad. Este conflicto incluirá guerras como una extensión del antagonismo de clases. Así como chocan la burguesía y el proletariado, así lo harán las naciones controladas por capitalistas y las naciones controlados por socialistas. Por esto, el establecimiento del comunismo mundial y la abolición de todas las formas de gobierno son los objetivos inmutables de los marxistas. Para este fin, están dispuestos a suprimir, perseguir, y emprender guerras contra el enemigo.
La historia política y militar del marxismo, desde la Revolución de Octubre de 1917 hasta el levantamiento estudiantil de la Plaza Tian'anmen en 1989, es uno de los mecanismos de muerte más despiadados y eficientes que el mundo haya presenciado. El número de víctimas de este experimento "de socialismo científico" excede la cifra de 100 millones, de acuerdo con el profesor de la Universidad de Hawaii, R.J Rummel, autor de Death By Government. Rummel resume el período diciendo que es "como si nuestra especie hubiera sido devastada por una Peste Negra moderna."
LA TEORIA POLITICA EN HEGEL
Hablar del quehacer teórico en la actividad política, sería navegar en el gran mar de una dimensión del hombre, se nos ha dicho, sobre todo desde Aristóteles que el hombre es un ser social, y por tanto político, de manera tal, que el hombre en su interacción con otros hombres crea política.
Empero, la actividad política ha sido reducida a unos cuantos, que asumen como propio un poder que es de todos, en muchas ocasiones debido a que no en todos los hombres esta la capacidad para hacer política, además agregando la concepción negativa que hoy en día se tiene de la política, de ahí que a muchos ni nos interese inmiscuirnos en tan turbulento, pero enriquecedor río.
Luego, la teoría política es tan relativa, como los pensamientos filosóficos, y considero que aún más, debido a que esta incumbe también otra clase de situaciones como: desarrollo social, historia, conflicto soberano-súbditos y otros.
Por tan motivo me atrevo a hablar de que este tema desde Friedrich Hegel, gran filosofo y politólogo alemán que nos da una visión de lo que es el quehacer teórico en la actividad política.
En Hegel se funden dos milenios de reflexión filosófica. Hegel ha sido influenciado fuertemente por el pensamiento de Montesquieu, dicha influencia va mucho más allá de la concepción geográfica del desarrollo histórico, pues también esta inmiscuida la misma tipología de las formas de gobierno.
Para Hegel las formas de gobierno históricamente relevantes son las mismas de Montesquieu, o sea, el despotismo (oriental), la república (antigua) y la monarquía (moderna).
Las formas históricas de constitución por las cuales pasan todos los estados y la propia historia del mundo son tres: una primera forma de reino patriarcal, que corresponde a la categoría del despotismo, una forma de estado libre aunque se trate de una libertad particularista, que es la república en sus dos encarnaciones históricas, la aristocracia y la democracia, y finalmente una forma de reino ya no patriarcal y despótico, esto es, un reino en el cual el rey gobierna en una sociedad que ahora esta articulada en esferas relativamente autónomas que es la monarquía.
Hegel comprende que si la forma de gobierno es la estructura política de una sociedad bien determinada, toda sociedad tiene su propia constitución y no puede tener otra. Por tanto, considera que es absurdo preguntarse quien debe hacer la constitución porque sería lo mismo preguntarse quien debe hacer el espíritu del pueblo.
Hegel se remonta literalmente hasta la tradición antigua y distingue las seis formas de gobierno, tres buenas y tres malas, en la terminología polibiana, bajo el siguiente orden: democracia, oclocracia, aristocracia, oligarquía, monarquía y despotismo.
Con respecto a la monarquía Hegel agrega: el carácter de la monarquía, se aprecia mejor mediante la comparación con su degeneración, el despotismo, definido como la forma de gobierno en la que le gobernante ejerce directamente el poder de manera arbitraria y en la cual los derechos de los individuos no están garantizados, en contraste, la monarquía es la forma de gobierno en la que el rey ejerce el poder directamente por medio de los llamados cuerpos intermedios y en la cual, la libertad civil esta mejor protegida que en cualquier otra constitución.
En los lineamientos de filosofía del derecho, Hegel toca el problema del estado, el estado de que habla es la monarquía constitucional, la constitución estatal que presenta como la constitución por excelencia del estado moderno es la de la monarquía constitucional.
Hegel afirma, desde el punto de vista de la modernidad, que la monarquía tradicional y las otras formas de la tipología clásica pueden ser consideradas “indiferentes”, porque ahora son impracticables, o sea, no van de acuerdo con el desarrollo de la historia y de la sociedad, ya no están a la altura de los tiempos. Efectivamente, se trata de constituciones simples que se refieren a la unidad indiferenciada como estructura de la vida colectiva de la época antigua, mientras la época moderna contempla las diferencias y articulaciones en la vida colectiva, y en consecuencia, en cierto sentido, requiere una constitución articulada como la monarquía constitucional.
Para Hegel la moderna vida colectiva se ha diferenciado en dos esferas: la primera, la sociedad civil, es la de las diferencias sociales, la segunda, el estado, es la de la unidad política en la que las diferencias sociales están articuladas y resueltas. La monarquía constitución como constitución articulada corresponde a la sociedad moderna como sociedad diferenciada, y que la división de poderes en la cual se estructura la constitución moderna se impone allí donde la unidad simple de la comunidad antigua se ha fragmentado, y una nueva unidad no puede recomponerse más que con base en las diferencias sociales y por tanto como unidad compleja.
Según Hegel el motor de la acción política es el deber en cuanto se dirige a lo universal y no al interés vinculado a la posición social particular de cada cual, se podría decir que en hegel el deber sustituye al honor como resorte del estado moderno bajo la forma monárquico-constitucional.
Los miembros del estado descrito por Hegel no actúan con base en el privilegio, ni en general sustentándose en un principio particular, como sucede en la sociedad civil, sino inspirándose en el deber, y el deber para los individuos es el de llevar una vida universal, en ello reside también su verdadera libertad. Para hegel la libertad consiste en obedecer a las leyes, por que de esa manera los individuos cumplen conscientemente su tarea en y para la colectividad.
Dentro del modelo hegeliano el principio de la división de poderes asume un significado nuevo: es el principio de organización del cuerpo político, mediante el cual las esferas particulares son reconocidas a lo universal. En suma, la división de poderes, en lo que consiste el carácter constitucional del estado, es para hegel la forma racional de la unidad política en la diferenciación propia de la vida social moderna.
Hegel distingue: poder del príncipe, del gobierno y legislativo, el poder judicial no esta presente en esta división porque no es interpretado por Hegel como un verdadero poder constitucional, sino como una actividad administrativa directamente funcional para el orden civil más que para el político.
En la constitución de Hegel el monarca es la persona en la que todos los asuntos y los poderes particulares del estado encuentran su unidad definitiva: él representa el momento de la decisión o resolución con respecto a cualquier cosa, el momento de la pura voluntad sin más.
Empero, el modelo constitucional hegeliano no tuvo éxito; aunque Hegel haya captado perfectamente el carácter, en muchos aspectos retrasado, de la constitución de Montesquieu, esta última es la que ha tenido la mayor influencia en la historia de las ideas y en la historia moderna real y no la hegeliana.
EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO, ECONÓMICO Y POLÍTICO DEL CHE GUEVARA
La entrevista reproducida a continuación fue realizada por Nicole Schuster en Lima, el 7 de octubre 2013, en la ocasión de la reciente publicación del libro de Cristian Gillen: El pensamiento filosófico, económico y político del Che Guevara. Reflexiones sobre el sujeto, cuya presentación se hará el día sábado 26 de octubre 2013 a las 5:30 de la tarde, en el local del sindicato del Banco de la Nación (SINATBAN), situado en Madre de Dios Nº 281, Cercado de Lima. Cristian Gillen, autor de numerosos libros, nos brinda en esta entrevista una visión global del contenido de su nuevo libro.
Pregunta de Nicole Schuster (NS): ¿Qué te llevó a escribir en estos momentos el libro sobre le pensamiento filosófico, económico y político del Che Guevara?
Respuesta de Cristian Gillen (CG): Lo que me motivó a escribir sobre el Che fue principalmente el deterioro actual en la esencia del ser humano, como resultado del tipo de relaciones sociales que el neoliberalismo ha ido construyendo a nivel mundial, donde América Latina y, sobre todo, el Perú, no escapan a ello. Este tipo de relaciones sociales ha exacerbado el individualismo y la condición de mercancía del hombre, así como ha castrado la capacidad de crítica, generando toda una pasividad política que hace que el modelo neoliberal sea considerado como el único modelo viable. El Che es una referencia obligada para ayudar en la difícil tarea de ir construyendo desde la base, y no de la cúpula partidaria, un nuevo sujeto que cuente con las capacidades subjetivas y objetivas que permitan luchar en forma decidida contra el capitalismo en su versión neoliberal.
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